miércoles, 3 de junio de 2015

"Paisajes del Alma" en Diario de Navarra, por Pedro Luis Lozano Uriz

Pedro Luis Lozano Úriz ha publicado en Diario de Navarra ayer dos de junio esta estupenda y personal crónica, que ha tenido a amabilidad de enviarnos para poder incluirla en este blog.
Como siempre, le agradecemos su atención y la dedicación que presta a la obra de Miguel Echauri y a la labor de la Fundación.


Pedro Luis Lozano Úriz

Un alma romántica 

Título: Paisajes con alma
Sala: Fermín Echauri 
Horario: Lunes a viernes de 10:00 a 14:00 y de 17:30 a 20:00 horas.
Hasta el 30 de junio. 


            Bajo el sugerente título de “Paisajes con alma” la Fundación Echauri presenta una nueva exposición que debemos enmarcar dentro del esfuerzo que desarrolla por mostrar y recopilar la extensa obra del pintor Miguel Echauri.

Debo señalar, antes de nada, que ésta es esta una labor que va consolidándose y que nos está permitiendo disfrutar, en pequeñas dosis, del trabajo de este autor. Una iniciativa loable que tiene el aliciente añadido de dar a conocer obras difíciles de ver, al pertenecer a propietarios privados. La suma de estos esfuerzos puede dar lugar, además, a la recopilación general de su producción en un catálogo razonado que esperemos pueda llegar a publicarse.

El protagonista elegido para esta edición ha sido el paisaje, un paisaje denominado “con alma”. Ahora bien, ¿qué quiere añadir, en realidad, esa coletilla anímica? A mi entender la respuesta podríamos obtenerla al alargar la frase para añadir que ese alma es un alma romántica.

Y este último calificativo viene a justificarse porque creo que, aunque hay obras diferentes y de épocas distintas, todos los cuadros ponen de manifiesto un intenso y profundo romanticismo. Algunas piezas, incluso, encajarían bien en la escuela alemana del diecinueve con esos grandes macizos rocosos superpuestos a un cielo encendido.

Sea acertada o no mi apreciación, lo que no es cuestionable es el hecho de que hay un espíritu impreso en este conjunto de lienzos. Y que, además, ese espíritu transmite una intensa complejidad de sentimientos partiendo, justamente, de una reducción estética a elementos mínimos.

La contención de los recursos, la parquedad y quietud pétrea de los modelos, el silencio interior y la sobriedad de la paleta, junto al contraste lumínico, logra justamente el efecto contrario: una energía extensa y variada, repleta de matices y posibilidades. Ahí surge el romanticismo.

Creo que un detalle que muestra bien la contención que domina en las escenas es la reducción del espacio dedicado a los cielos. Tradicionalmente los celajes han sido un recurso muy utilizado, gracias a las posibilidades que siempre ofrecen los efectos atmosféricos pero Miguel Echauri reduce el cielo a su mínima expresión. Los suyos son apenas una escueta franja en las zonas superiores del cuadro, casi colocados por obligación. Pero justamente por ello, desde su mínima contracción consiguen un efecto mayor, más esencial, contrastado y sugerente sobre las masas de fuerza que constituyen las zonas dedicadas a la tierra.


Más allá de analizar un recurso pictórico u otro, la sensación general que transmite esta exposición es la de una estética personal seria y coherente, mantenida a lo largo de los años. En definitiva que pone de manifiesto, una vez más, el buen fundamento artístico y el compromiso personal de un autor que, en esta ocasión, nos desvela, a mi entender, un alma absolutamente romántica.

No hay comentarios:

Publicar un comentario