martes, 25 de junio de 2013

Clausurada la Exposición "La Pintura de Miguel Echauri III. Bodegones"

Ha concluido la exposición de bodegones de Miguel Echauri, y los cuadros ya están de nuevo en poder de sus propietarios, a los que agradecemos su generosidad, que ha permitido que estas obras hayan podido ser disfrutadas de todos los que nos han visitado.
Los visitantes han sido muchos, algunos lo han hecho de manera individual, otros participando en distintas actividades, como las conferencias celebradas sobre "Arte y Gastronomía", y sobre todo, las visitas guiadas, en las que han intervenido varios grupos y asociaciones culturales, como los Amigos del Museo de Navarra, el Ateneo Navarro o los Cursos Culturales de Fundación Caja Navarra.
Incluimos algunas fotografías de nuestros apreciados visitantes.
Muchas gracias a todos ellos.






miércoles, 12 de junio de 2013

Los Bodegones de Miguel Echauri, por Pedro Luis Lozano Úriz

Este es el magnífico artículo recientemente publicado por especialista y crítico de arte, Pedro Luis Lozano Úriz, en el Diario de Navarra:

"Bodegones

La pintura de Miguel Echauri III.

            La Fundación Miguel Echauri continúa con su afán de revisar la trayectoria artística de su fundador y nos invita, en esta primavera lluviosa, a descubrir el interés de este magnífico pintor navarro por un género tan singular y específico como es el bodegón.

            La muestra que estas semanas se expone en la calle San Antón y que por su temática podemos definir como un verdadero festín visual, reúne casi una treintena de óleos. Todos ellas pertenecen a colecciones privadas, lo que supone un valor añadido que nos ofrece redescubrir trabajos que, de otra manera, difícilmente podrían verse en público. Al mismo tiempo, la especificidad de la exhibición está permitiendo a la Fundación realizar distintos encuentros y charlas, fusionando pintura y gastronomía en un inteligente y sugestivo maridaje intelectual.

Las llamadas naturalezas muertas fueron consideradas durante siglos un tema menor, frente a los retratos o los cuadros de historia, religión o mitología mejor valorados y pagados. Ahora bien, múltiples autores han encontrado en ellas un desahogo estético y, como señala el propio catálogo de la exposición, desde los frescos pompeyanos hasta las obras de Warhol, los bodegones están presentes en la trayectoria de los principales autores y escuelas pictóricas.

La clave de este género radica en la contemplación. No faltan obras con mensajes ocultos, simbologías o intereses meramente decorativos pero más allá de ello un bodegón es, fundamentalmente, una composición de objetos y formas para ser contemplada. Así sucede, desde luego, en las obras de Miguel Echauri, donde los cuadros no dejan de ser una excusa para experimentar con la composición formal, el estudio de las luces y el juego de contrastes.

Naturalmente estas obras denotan una gran reminiscencia clásica, con indudables referencias al barroco español y también a la luz lateral y diagonal de Caravaggio. Por ello destacan por su ascetismo, su claroscuro y su incuestionable realismo formal. El visitante podrá admirar el poderoso dominio técnico de su autor que le permite captar, con gran fidelidad, la representatividad natural de los objetos: las texturas de los paños, los brillos de los bronces y porcelanas o la superficie rugosa de panes, cebollas o membrillos.

Pero no debemos quedarnos sólo en esta capacidad pictórica de reflejar la realidad sino, justamente, contemplar a través de ella el ritmo, la proporción y el equilibrio con los que el autor construye sus composiciones.

Es interesante comprobar cómo Echauri aísla sus objetos, utilizando tanto fondos lisos y neutros como paisajes u otros elementos: cuadros, dibujos... y cómo logra este efecto, precisamente, gracias a la luz, el volumen y la composición. Por todo ello, resulta necesario recordar que al contemplar esta exposición, más que mirar paños, frutas o utensilios de cocina, ante todo, lo que estamos viendo se llama pintura"